El taller tuvo como propósito presentar algunos de los Proyectos Ambientales Universitarios (PRAU) más destacados hechos por estudiantes en semestres pasados. Asimismo, participaron organizaciones que motivaron a los alumnos a trabajar por mejorar la problemática ambiental que afecta al mundo.
Como resultado de la actividad, los estudiantes Gabriela Carrillo, Ángel Linero y Juan Ojeda opinaron:
Para nosotros, como jóvenes y estudiantes de diferentes carreras, nos pareció una experiencia muy enriquecedora, ya que pudimos conocer una realidad sobre el estado ambiental que presenta nuestro planeta, para tomar conciencia y cambiar la dirección del futuro dañino que le espera al mundo si seguimos despreciando y haciendo a un lado su naturaleza. (…) Este taller nos abrió los ojos sobre lo que estamos haciendo para preservar la naturaleza y para que empecemos con hacer pequeñas acciones que, unidas una a una, ayudarán a un mejor mañana para las generaciones que están por venir, como también ayudarán al prójimo.
Asimismo, Keyla Avendaño Cervantes, Vanessa Páez Niño y Carolina Torres Bolaño expresaron:
La Universidad Autónoma del Caribe, que se ha destacado a lo largo de los años desde su fundación por su excelente nivel académico y preparación de profesionales capacitados para servir a la sociedad, pero, sobre todo, por formar ciudadanos modelos; el pasado miércoles 27 de febrero demostró una vez más que está dispuesta a contribuir a la comunidad desde otros ámbitos, en este caso, el ambiental, a través del PRAU, con el cual la institución busca que los estudiantes de su plantel desarrollen y den soluciones viables a una problemática ambiental, igual a las que nos aqueja en los últimos meses, como lo es la pérdida de 7.900 kilómetros cuadrados del Amazonas, conocida como el “pulmón del mundo”. Esto es similar al tamaño de Londres; por eso, deja mucho qué pensar. Otra situación que se tomó como ejemplo durante la actividad fue la declaración de alerta naranja hace unas semanas debido a la contaminación del aire.
La presentación de proyectos hecha por los estudiantes mostró problemas interesantes y de la vida cotidiana; puede sonar común para algunos, pero desde nuestro punto de vista, estando en una sociedad consumista, los proyectos presentados fueron puntuales y acorde a los temas ambientales que nos están afectando diariamente. Si en un futuro no se controlan y se toma consciencia al respecto, la situación será más grave.
Estamos en pleno siglo XXI, en una sociedad de consumo y exceso, donde se hace necesaria la concientización sobre el cuidado del medio ambiente y de que no solo estamos afectando el bienestar de futuras generaciones, sino también la flora y fauna que actualmente poseemos. Ya no es cuestión de esperar a que el otro haga, sino de tomar parte, pues se debe tener en cuenta que el hombre tan solo en el último año ha acabado con parte del Amazonas y, de igual manera, hemos llevado a animales a la extinción. La actividad Green Academy nos motiva a pensar qué estamos haciendo, cómo estamos aportando y qué esperamos a futuro al paso que vamos.
Por su parte, Rogelio Ramos Solano comentó:
En el evento se demostró la importancia que tiene hacer un proyecto de investigación y el enfoque que tiene un PRAU, dedicado como estrategia de dimensión ambiental en la educación formal y superior, comenzando a transmitir a los jóvenes una manera responsable y legal de preservar el ambiente. Se concluye que debemos poner en marcha nuestros conocimientos para un bien común, con ayuda de docentes, personas expertas en el tema y amigos o compañeros de estudio que tengan las mismas ganas de poner un grano de arena para ayudar y preservar el mundo.
Mariedis Ortega, Andrea Barcasnegras y Nataly Chen concluyeron:
Fue interesante y muy impactante conocer y enterarnos de cosas que ignorábamos por cualquier motivo, pero que después de este evento nos ayudó a fortalecer nuestros conocimientos ambientales y sociales; nos sentimos con la responsabilidad de ser ejemplo para otros en el cuidado del medio ambiente y darle a conocer la información que es desconocida para muchos.
Se espera que este semestre, desde la materia de Bioética y Medio Ambiente, los estudiantes elaboren proyectos ambientales de impacto, que sean sostenibles y concienticen sobre la importancia de actuar en el presente para no vivir las consecuencias en el futuro. De esta manera, los jóvenes se apropian de los conceptos impartidos en clase a fin de hacerlos parte de su vida cotidiana y transformarlos en soluciones pertinentes en el contexto que se encuentran.