El pueblo espera ansioso la revelación de su nueva piel futbolera. Atentos, casi sosteniendo el aliento, los hinchas de toda Colombia aguardan pacientemente las respuestas que quieren. Con lista en mano y picados de curiosidad, los periodistas deportivos alistan los bolígrafos sobre el papel y los dedos sobre las teclas para compartir con el mundo lo que sería la insignia de la Selección Colombia durante los próximos partidos de la FIFA en marzo. Empezaron los videos promocionales. Luego, cesaron un rato. Antes de que se dieran cuenta, la nueva camiseta fue presentada ante el mundo. La imagen viajó en menos de un segundo, y en cinco ya estaba cruzando todos los espacios virtuales. En momentos, quedaría grabada en la mente de los espectadores. A lo largo del país hubo revuelo, mas todo estalló con una premisa raíz que nació no de uno ni de dos, sino de la gran mayoría de hinchas: “qué vaina tan fea”.